Esperanzados en el futuro

Por: Brenda A. Vázquez Colón

Las cifras actuales de ventas residenciales y refinanciamientos están a la par con los registrados previo al huracán María, mientras que el inventario de casas reposeídas ha mostrado una disminución.

Este es parte del panorama de la Isla que experimenta una mejoría en los bienes raíces, ya que los compradores están aprovechando la oportunidad de adquirir hogares a precios históricos. Por otro lado, áreas como Dorado, Condado e Isabela, han reflejado un aumento en sus valores.

“El 90 % de los préstamos hipotecarios son de propiedades reposeídas. No son de inversionistas, sino de personas que quieren vivirlas. Hay mucha gente de Estados Unidos que regresa y mira a Puerto Rico como el lugar para retirarse, pero el grueso son familias locales”, comentó Silvio López, pasado presidente y presidente entrante del Comité Ejecutivo de la Junta de Gobernadores de la Mortgage Bankers Association (MBA).

Muchos de los compradores están utilizando sus ahorros para comprar propiedades en efectivo y asegurarse de adquirir una estructura que sea fuerte y segura, que los proteja en caso de tener que enfrentar otro evento catastrófico. También se observa una generación que utiliza su hogar como centro de trabajo.

“Se está dando un fenómeno que no habíamos visto antes. Muchas personas jóvenes ahora pueden trabajar desde sus casas por la flexibilidad de sus empleos. Trabajan a distancia, viven aquí, pero dan servicios fuera de la Isla. Compran casas para arreglarlas y vivirlas”, explicó Dimas Rodríguez, presidente del Comité Ejecutivo.

Según Pedro “Peter” Torres, segundo vicepresidente del Comité, hay más propiedades saldas que las hipotecadas y la venta de casas ha mostrado un crecimiento en 2019.

“Un informe del Gobierno Estatal dice que en Puerto Rico hay 1,500,000 unidades de vivienda, de las cuales 300,000 son de construcción informal. Estas cifras excluyen las égidas y residenciales públicos. Hay 380,000 hipotecas y cerca de 800,000 unidades saldas que incluyen las casas abandonadas. En 2012 se vendieron 1,189 viviendas nuevas y existentes, mientras que en 2019 fueron 930”, dijo Torres asegurando que la diferencia está en la falta de proyectos nuevos.

Estas ventas no incluyen las realizadas en efectivo, que en su mayoría se tratan de unidades existentes que se adquieren a muy buenos precios. El promedio de venta fluctúa entre $147,000 y $153,000.

“Este mercado de propiedades reposeídas está beneficiando al comprador que quiere invertir y restaurar casas económicas. También está aprovechando productos como el 203K que es para comprar y hacer arreglos a las viviendas”, indicó el licenciado Wendell Colón, tesorero del Comité de la MBA, asociación que este año cumple 45 años de servicio.

Menos delincuencia y más ejecuciones

En marzo de 2019 las ejecuciones alcanzaron el 3.12 %, comparado con el 3.97 % de 2017. Se espera que este porcentaje siga aumentando en los próximos meses, ya que se materializa la acumulación de ejecuciones pendientes que se paralizaron con las moratorias tras el paso de María. Muchas de ellas son casas de familias que abandonaron sus residencias para emigrar.

“Durante la moratoria los bancos no podían radicar las demandas, pero al terminarse, los inversionistas comienzan el proceso normal de cobro que estuvo paralizado por un año. Hay un alza en las radicaciones, pero una baja en la delincuencia. Hay menos casos entrando. Durante ese tiempo la gente buscó una solución. La delincuencia no necesariamente se convierte en ejecución”, resaltó Rodríguez.

Este añadió que la banca continúa ofreciendo diversas opciones que dependen de cada caso en particular, evaluando las necesidades del cliente y buscando que se afecte lo menos posible el mercado hipotecario.

“Se está viendo mucho el “short sale” y las modificaciones en los casos de “loss mitigation”. Actualmente se auscultan las alternativas para retener la propiedad o disponer de ella y se discute legislación sobre el proceso de modificaciones de términos hipotecarios”, explicó el presidente sobre los casos en los que se analiza la capacidad de pago del cliente.

Según las cifras de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), se ejecutan cerca de 4,500 propiedades al año, unas 375 mensuales. En marzo de 2019 entraron al proceso de ejecución 817 propiedades.

Fondos CDBG-DR

La industria espera con ansias los fondos del Programa de Subvención en Bloque para el Desarrollo Comunitario para la Recuperación ante Desastres de Puerto Rico (CDBG-DR), que ayuda a la reconstrucción de viviendas e infraestructura, beneficiando al sector de la construcción y banca.

“Nuestra industria se basa en que la gente tenga empleo para que pueda pagar sus casas. Estos fondos van a establecer una buena base de desarrollo económico y beneficiará a la construcción, turismo, obreros, etc. Estamos en espera de ellos”, comentó Rodríguez.

Sin embargo, López entiende que el beneficio se verá dependiendo de qué tan pronto lleguen los fondos a la Isla y en la manera que se otorguen los mismos.

“El impacto dependerá de la cantidad y tiempo para ver un empuje económico. Me preocupa que ha pasado un año y medio de María y no ha llegado el dinero. Tiene que llegar y fluir. Debemos asegurarnos de que se use para mejoras e inversión en infraestructura que ayude a crear desarrollo económico permanente y un sistema robusto que resista otro desastre”, declaró el expresidente.

Metas de la MBA

“Estoy positivamente cauteloso ante la situación actual. Por eso continuaremos educando sobre el activo más importante que la gente debe adquirir, que es su residencia. Vamos a seguir aumentando las estadísticas del proyecto “Data & Analytics” para expandir los “data points” y la transparencia de la información”, aseguró el presidente.

Para lograr las metas, la MBA colabora con entidades como Asociación de Constructores, Asociación de Industriales, Cámara de Comercio y Asociación de Bancos, para discutir y buscar soluciones a temas medulares como la economía, población, empleos y migración.

“Los bienes raíces y la banca hipotecaria depende de elementos como el empleo y la creación de un ecosistema de bienes raíces. Por eso, el Comité se involucra en asuntos como el desarrollo de los planes del Departamento de la Vivienda y el desembolso de los fondos, en colaboración con las demás asociaciones”, dijo López.